¿Por qué respiramos?

   La respuesta es sencilla. !!Si no respiro me muero¡¡. Es evidente.
  El único motivo por el cual es necesario que respiremos es porque nuestras células, además de los nutrientes que le llegan a través de la sangre obtenidos de los alimentos, necesitan oxígeno (O2) para que pueda realizarse la respiración celular, para que la célula obtenga energía. Además, como consecuencia del metabolismo celular, se produce un gas residual, el CO2, que debe eliminarse a través de los pulmones. Es decir, el aparato respiratorio se encarga de realizar un intercambio de gases con el medio que le rodea. Expulsa CO2 al aire y asimila el O2 presente en el (una parte de el). El encargado de llevar el oxígeno hasta las células es la hemoglobina de los glóbulos rojos, mientras que el CO2 es transportado hasta los pulmones principalmente disuelto en el plasma sanguíneo.
   Por lo tanto, en el proceso de nutrición de nuestras células participan los 3 aparatos: el digestivo que se encarga de asimilar los nutrientes de los alimentos; el respiratorio que realiza el intercambio de gases y el circulatorio que se encarga de llevar los nutrientes hasta las células y recoger los productos de desecho del metabolismo celular y transportarlos hasta donde serán eliminados (básicamente el riñón que es el principal órgano excretor). 

¿Como se realiza el intercambio de gases?
   El intercambio gaseoso, Hematosis,  se realiza en los alvéolos pulmonares, mediante un proceso denominado difusión  (las moléculas se desplazan desde donde hay mayor concentración hacia donde hay menor concentración).


Composición aire atmosférico
Composición aire alveolar.
Oxígeno
21%
17%
Nitrógeno
78%
77%
Anhídrido carbónico
0.03%
5%
Argón y Helio
0.92%

Vapor de agua.
0.05%
2%

   
    El aire cargado de oxígeno entra por las vías respiratorias y es conducido a través de la faringe, laringe y traque hasta los pulmones. En ellos los bronquios se van dividiendo en bronquios mas pequeños al final de los cuales encontramos los bronquiolos que acaban en los alvéolos. Estos están rodeados de capilares sanguíneos. La sangre que llega  a los pulmones, procedente del corazón, cargada de CO2 y pobre en oxígeno, libera el CO2 a los pulmones y la hemoglobina capta el Oxígeno. Esta sangre, rica en O2, se dirigirá al corazón para que la bombea al cuerpo.
    En este proceso de intercambio de gases, tanto el que se produce en los pulmones como el que se produce en los tejidos, participan factores como la presión de CO2, pH y cantidad de CO2. Si queréis averiguar con más detalle como se realiza el proceso podéis leer el siguiente artículo (aqui)

     

En el proceso de inspiración/espiración, que permite renovar el aire de los pulmones (ventilación), participan los músculos intercostales y el diafragma. En la inspiración el diafragma desciende y la caja torácica se hace más grande por la participación de los músculos intercostales, permitiendo la entrada de aire. Durante la espiración el diafragma y las costillas recuperan su posición, reduciendo el volumen de la caja torácica y permitiendo la expulsión del aire cargado de dióxido de carbono.


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